John Romita Sr: Uno de los artífices de Marvel Comics. Parte 2
JOHN ROMITA SENIOR Y JOHN ROMITA HIJO, SON DOS NOMBRES INDUDABLEMENTE CLAVES DE LA ILUSTRACIÓN ESTADOUNIDENSE. SIN DUDA, AMBOS MARCARON UN ANTES Y UN DESPUÉS EN LA INDUSTRIA Y ESO SE PUEDE VER HOY DÍA.
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La vida de John Romita Sr
John Victor Jazzy Romita nació el 24 de enero de 1930, en Nueva York, Estados Unidos, y fue un historietista estadounidense, reconocido principalmente por su trabajo como dibujante de Spider-Man (Hombre Araña), personaje de Marvel Comics.
Para recordar un poco sobre quién fue el gran John Romita Sr., mencionamos que con solo 17 años, es decir en 1947, se graduó en la Escuela de Arte Industrial de Nueva York y se dedicó inicialmente a la publicidad. Sus primeros trabajos en el mundo del cómic se desarrollaron como entintador en diversas publicaciones, hasta que en 1951 empezó a colaborar como dibujante con Stan Lee, guionista de Marvel Comics.
Seis años más tarde, John abandonó Marvel Comics, en aquél entonces llamado Atlas Comics, que se encontraba en crisis, y se marchó a National Periodicals, donde se dedicó durante ocho años a la realización de historietas románticas, como la serie «Bonnie Taylor» para Young Romance.
No obstante, en 1965 volvió a Marvel Comics y, tras entintar algún número de Los Vengadores y dibujar a Daredevil, se convirtió en el dibujante fijo de la colección The Amazing Spider-man a partir del número 39, siendo el responsable de darle rostro a Mary Jane Watson, posterior esposa del «trepamuros».
Debido a este trabajo, John Romita Sr. adquirió una gran importancia en la compañía y participó en las colecciones de otros personajes como Los Cuatro Fantásticos o el Capitán América hasta llegar a director artístico de Marvel; gracias a este cargo, colaboró en la creación de personajes como Wolverine o The Punisher.
Y es así como, en 1995, su último trabajo Spider-Man / Kingpin: to the Death, protagonizado por Spiderman, fue su personaje más conocido, y Daredevil, su personaje favorito. Ocho años más tarde, en 2003, Romita participó en la creación del número 500 de Amazing Spider-man, dibujando las últimas cuatro páginas.
Una leyenda
No está demás decir que, cuando hablamos de John Romita padre, nos referimos a una figura que profesionalmente se lleva apenas unos 10 años con los grandes de Stan Lee o Jack Kirby; una acotación que nos obliga a reirterar, sus primeros trabajos para Timely Comics, la futura Marvel, arrancaron como el dibujante fantasma (el negro, vaya) de Lester Zakarin, un ilustrador de la editorial.
Tras un breve tiempo sirviendo en el ejército, regresó a Timely, ahora bajo el nombre de Atlas Comics, y logró que Stan Lee, editor jefe por entonces, le diera oportunidades dibujando relatos de terror y ciencia-ficción, tan habituales en el momento, en plena censura macartista.
Hacia mediados de la década, Romita se encargó de varios cómics del Capitán América de los años 50 (el personaje llamado posteriormente William Burnside en la continuidad de Marvel), en tanto realizaba trabajos de portadista para DC, con la que firmó exclusividad durante varios años, encargándose de cómics del género romántico. Estos trabajos, por cierto, fueron los responsables de dar forma a su peculiar estilo visual, que le vino tan bien en encargos posteriores.
Así como mencionamos anteriormente, hubo que esperar hasta 1965 para que Romita regresara a Marvel Comics; esta vez, como entintador de Kirby para el “The Avengers #23”. Es así como inició el comienzo de una nueva etapa junto a Stan Lee, cuyo trabajo le resultó atractivo y tomó nota de aquel potencial colaborador.
Incluso se podría decir que, tras haber pasado varios años dibujando, Romita estaba “quemado”: solo quería entintar y llevar una vida más o menos tranquila. Sin embargo, Stan “The Man” le convenció para que probara a dibujar “Daredevil #12” (“Marvel Gold: Daredevil, el hombre sin miedo”)… un trabajo que le hizo cogerle el pulso al estilo narrativo de Marvel, brindándole poco después la oportunidad de saltar al personaje que le haría famoso: Spider-Man.
De acuerdo al análisis biográfico, Romita se centró en labores directivas, aunque siempre estuvo dispuesto a realizar trabajos puntuales. Especialmente, en lo tocante al personaje que le hizo famoso, Spider-Man, como, por ejemplo, “The Amazing Spider-Man #365”, que conmemoraba el 30 Aniversario del héroe.
El último trabajo reconocido se encuentra en su colaboración con el ilustrador Rich Buckler, realizando sellos conmemorativos de Marvel para el servicio postal de EE UU en 2007.
Dato curioso: John Romita Senior fue ganador de un premio Eisner honorífico en 2002 y desde 2003 colabora activamente con la ONG dedicada a los profesionales de la industria del cómic The Hero Initiative.
Heredero de Romita
Mientras que su padre es unánimemente enaltecido por su talento, John Salvatore Romita Junior (Nueva York, 1956) es un autor que cuenta tanto con detractores como con defensores a partes iguales, por motivos que no valen la pena en este momento, más allá de añadir que sin duda heredó dones de su progenitor.
Para entrar más en contexto, Romita Jr es hijo de John Romita Senior y de Virginia Bruno, también trabajadora de Marvel, su primer escarceo con Marvel vino de la creación del anti héroe conocido como El Merodeador (“The Prowler”) en 1969 y cuyo padre introdujo como antagonista en “The Amazing Spider-Man #78” (“Marvel Gold. Asombroso Spider-Man: Por fin desenmascarado”).
No fue sino hasta 1977 que tuvo su primer trabajo de corte profesional, con el personaje de su padre, Spider-Man. Sin embargo, donde saltó a realizar trabajos más serios fue junto a David Michelinie y Bob Layton y su Iron Man. De hecho, se podría decir que de estos primeros trabajos surgieron historias tan geniales como el clásico “El demonio en una botella”, que profundizó en los problemas de alcoholismo de Tony Stark.
Los 80 supusieron la llegada a los mitos de Spidey de personajes como Hidro-Man, Madame Webb o el Duende (The Hobgoblin). Este periodo también conllevó a la colaboración puntual con Chris Claremont en La Patrulla-X, dando a luz al personaje de Forja.
La década culminó con la colaboración entre Ann Nocenti, el entintador Al Williamson y él mismo. El equipo creativo parió una de las más brillantes etapas de Daredevil, que llegó a rivalizar, mano a mano, con la de Frank Miller como autor del “Hombre sin Miedo”. Este periodo fue, por cierto, el que alumbró a la temible villana María Tifoidea.
Sería injusto decir que en la década de los 90 le fue mal, porque no fue así. Arrancó fuerte en Marvel, con trabajos como “Diario de Guerra” de El Castigador y su encargo en el crossover de Punisher/Batman; incluso, esta labor, precisamente, le puso en contacto con el célebre entintador Klaus Janson, quien, a su vez, les puso en contacto a Frank Miller y a él. De esta unión nos llegó el clásico “Daredevil: El Hombre sin Miedo”, uno de los mejores relatos de orígenes del héroe.
Si hablamos de los 2000, podríamos decir que este periodo dio lugar a uniones que consiguieron que Romita Jr. se consagrase como autor con nombre propio. Su Spider-Man de J. Michael Straczynski, “Los Eternos” de Neil Gaiman (material de cabecera para la próxima película de Marvel Studios, por cierto) y el Lobezno de Mark Millar le catapultaron todavía más a la fama, convirtiéndose en dibujante de referencia para una generación.