En esta entrada vamos a continuar conociendo la importancia que la propiedad intelectual tiene en la industria del cómic. En entradas anteriores nos enfocamos en la figura del derecho de autor, la cual tiene por finalidad proteger a los autores en relación a sus creaciones. Los cómics son obras protegidas por el derecho de autor.
Una de las características del derecho de autor es que los derechos patrimoniales de los autores expiran al pasar el periodo mínimo de 50 después del fallecimiento del autor o de su primera publicación si se trata de una obra hecha por contrato laboral.
En Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea, el derecho de autor tiene una duración de 70 años después del fallecimiento del autor. Al expirar dicho plazo las obras entran en el dominio público, lo que significa que las obra pueden ser usadas por terceros sin necesidad de contar con el permiso del titular del derecho de autor.
Tres de los personajes más relevantes de la industria como lo son Superman, Batman y La Mujer Maravilla se van acercando al dominio público, ya que a partir de la segunda mitad de la década de los 2030, las primeras ediciones donde aparecieron estos personajes. Pero esto no significa que estos personajes podrán ser de libre, ya que cada adaptación y/o actualización que se ha hecho de estos personajes se encuentran se encuentran protegidas por el derecho de autor como obras derivadas.
Los personajes de cómics pueden ser protegidos como obras de derecho de autor por sí mismos, siempre y cuando sean lo suficientemente originales y que puedan diferenciarse más allá de la obra. Por lo que algunos personajes de cómics están protegidos por el derecho de autor como obras en sí mismos.
Sin embargo, la fama que han logrado los personajes de los cómic ha sido tal que han logrado obtener un poder comercial, por lo que, en esos casos, los personajes de has historietas pasan al terreno de las marcas.
Las marcas son signos que identifican los productos y servicios que se encuentran en el comercio. En este sentido, los personajes de los cómics tales como Superman o Capitán América se han convertido en verdaderas marcas comerciales, ya que los vemos en variados productos que van desde juguetes o prendas de vestir. Así que continuemos conociendo más sobre las marcas y los cómics.
MARCAS Y LOS CÓMICS
Ahora bien, los signos que pueden ser registrados como marcas son muy variados, entre ellos las palabras. Como se mencionó en entradas anteriores, los títulos de las obras no son protegidos bajo la figura del derecho de autor debido a que las frases o textos de pocas palabras no son protegidas por esa figura.
Sin embargo, los títulos de las obras quedan protegidos bajo a figura de las marcas. Y resulta lo más lógico debido a que el titulo de la obra, que en este caso es el cómics es el elemento distintivos mediante el cual el público identifica la historieta que va a adquirir.
Por ello, las denominaciones como Superman, Avengers, Batman, SpiderMan, Justice League y más son marcas registradas. En este sentido, es preciso indicar que en las solicitudes de marca deben indicar las clases o productos que la misma va a indicar. Por lo que, generalmente, los registros de marca relacionados con los títulos o denominaciones de los cómics y sus personajes están registrados en relación a publicaciones, vestuario, juguetes, videojuegos, y otros artículos como vasos, sabanas, mochilas, etc.
En el caso de empresas como DC Comics y Marvel que tienen un alcance mundial, estas marcas son licenciadas a otras empresas para que manufacturen y comercialicen productos usando dichos signos distintivos.
LAS MARCAS Y LOS PERSONAJES DE LOS CÓMICS
Ya se trató el uso de los títulos de las historietas y las denominaciones de los personajes como marcas registradas. Ahora pasemos a tratar el tema de los personajes de los cómics como marcas comerciales. Este punto no ha sido tan fácil debido a que los personajes no son creados pensando en ellos como signos comerciales, sino que son parte de una obra.
En este sentido, para que un personaje de una historieta pueda ser protegido como marca comercial debe tener como finalidad el uso comercial. Y es que un signo que esté registrado como marca debe usarse para tal fin, ya que si el signo registrado no se usa, la marca puede ser cancelada por falta de uso, tanto por solicitud de parte interesada como por oficio de la Oficina de Marcas correspondientes.
En este sentido, el registro de los personajes de las historietas se hace más sencillo en los países donde se aplica lo que se conoce como distintividad adquirida. Como se mencionó en la entrada anterior, la distintividad es la cualidad que una marca tiene para indicar el origen empresarial de un producto o servicio.
Para que un signo sea distintivo, el mismo no debe ser genérico, descriptivo o de uso común. Sin embargo, por medio de la distintividad adquirida, un signo que no cumple con los requisitos de distintividad puede ser registrado como marca, siempre y cuando demuestre que el público asocia el signo con una empresa determinada.
REGISTRO DE LOS PERSONAJES DE CÓMICS COMO MARCAS EN ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos es uno de los países que aplica la distintividad adquirida en el registro de las marcas, por lo que en ese país es relativamente fácil registrar como marca un personaje de historietas, siempre y cuando sea usado comercialmente y que el público lo asocie a un origen empresarial determinado.
De hecho, en el estudio Batman Forever? The Economics of Overlapping Rights?, publicado en el Economic Research Working Paper No. 61, muestra que la mayoría de las marcas relacionadas con los cómics son registradas primero en los Estados Unidos, y también destaca que en ese país los primeros personajes de cómics fueron solicitados como marcas comerciales aproximadamente 39 años después de su primera publicación, pero con el paso de los años ese plazo se ha hecho más corto.
Por lo que sin duda Estados Unidos puede ser considerado como la jurisdicción que ha permitido la protección de la figura de los personajes de los cómics como marcas comerciales.
REGISTRO DE LOS PERSONAJES DE CÓMICS EN LA UNIÓN EUROPEA
Sin embargo, en la Unión Europea el registro de los personajes de los cómics como marcas es un poco más complicado, y es que si bien en esa jurisdicción se aplica la distintividad adquirida, en la practica ha negado el registro de marca a varios personajes famosos tanto de cómics como de otros géneros. Además, la normativa europea de propiedad intelectual permite que en un objeto convivan más de una figura de propiedad intelectual.
Pero la jurisdicción europea ha tomado en cuenta que los personajes de una obra y sus denominaciones son parte de una obra que es parte de la cultura. Por ejemplo, la Oficina de Marcas de la Unión Europea (EUIPO) revocó la marca Pinocchio en relación a productos y servicios como CD, DVD, juegos y parques temáticos, alegando que se trataba de un signo descriptivo de dichos productos y servicios.
El solicitante de la revocatoria o cancelación de la marca Pinocchio, argumentó que el término Pinocchio no podía ser monopolizado debido a que era parte del folklore y la cultura italiana. Sin embargo, la decisión fue apelada, siendo revocada la decisión debido a que la monopolización del término Pinocchio no incluía su tradición cultural, además, el tema de la tradición no es causal de negativa de una marca.
Otro dificultad que tienen los personajes de los cómics para ser protegidos como marcas en Europa es el art. 7 del Reglamento de Marcas en el cual se establecen las causales para la negativa de registro de marcas, siendo una de las prohibiciones de registro la que se trata de las formas que le den a un producto un valor sustancial si tiene el potencial de influir en el comportamiento del consumidor para adquirir el producto.
Por lo tanto, en Europa el registro de los personajes de los cómics es un poco más complejo, pero no imposible, ya que las empresas más relevantes de la industria, Marvel y DC Comics, ya que los personajes más importantes de ambas empresas, es decir aquellos que generan más ganancias, están protegidos como marcas en la mayoría de los países.
En consecuencia, basándonos en lo que hemos analizado hasta los momentos, vemos que los personajes de los cómics han llegado a niveles de fama, que quizás sus creadores nunca imaginaron, que los han convertido en activos intangibles que generan grandes cantidades de dinero. Por lo tanto, en gran parte de los países los personajes de los cómics son protegidos tanto como obras de derecho de autor como marcas comerciales.
Para las empresas esto ha significado una gran ventaja, ya que las marcas, a diferencia del derecho de autor, pueden ser renovadas de forma indefinida. En consecuencia, si el derecho de autor de un personaje expira, el mismo continúa siendo protegido pero como una marca comercial. La coexistencia del derecho de autor y la marca en un mismo objeto se conoce como overlapping de derechos de propiedad intelectual.
En una próxima entrada continuamos conociendo más sobre los personajes de cómic y la propiedad intelectual.
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EL COMIC: PROBLEMAS JURIDICOS.
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