INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y ROBÓTICA. PARTE 3.
EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ, ES LO QUE DICEN LOS TEÓRICOS Y LOS CIENTÍFICOS QUE ESTUDIAN LA EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA, LAS SOCIEDADES Y TODOS LO QUE SE ESTÁ DESARROLLANADO A NIVEL DE TECNOLOGÍA, INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y ROBÓTICA. YA CONOCEMOS A PROFUNDIDAD ESTOS DOS ÚLTIMOS CONCEPTOS, INCLUSO HEMOS DESCRITO Y ANALIZADO TODO EL DESARROLLO DE INNOVACIONES QUE SE HAN HECHO Y QUE HAN CAMBIADO A LA SOCIEDAD DE UNA U OTRA MANERA. AHORA ABORDAREMOS COMO ESTAS DOS RAMAS DE LA TECNOLOGÍA CAMBIARÁN AL MUNDO DRÁSTICAMNETE EN EL FUTURO CERCANO, MEDIANO Y A LARGO PLAZO.
Las mejoras de automatización y tecnología impulsadas por la inteligencia artificial y la robótica están transformando el modo en que vivimos, interactuamos y hacemos negocios. Ese proceso está acelerándose debido a una combinación de avances significativos de la capacidad de rendimiento y rápidos descensos de los costes de tecnologías capacitadoras clave. Los usos son numerosos y diversos, y siguen creciendo: desde oportunidades en automatización industrial y atención sanitaria hasta tareas administrativas y servicios a consumidores. Por eso, Inteligencia Artificial y Robótica constituyen una oportunidad de inversión potencialmente atractiva y diferenciada dentro del universo temático global.
Para muchos teóricos nos encontramos a las puertas de la que será la cuarta revolución industrial, la de la tecnología y las máquinas. La inteligencia artificial la robótica se han convertido en las llaves que están accionando el motor del cambio de modelo laboral y empresarial, tal y como lo conocemos.
Según se espera, tan solo la inteligencia artificial aportará un crecimiento de 14% del PIB mundial, lo que es equivalente a 15,7 trillones de dólares. De este dinero, el 45% de las ganancias provendrán de la aplicación comercial de las soluciones de la inteligencia artificial. Así lo dispone el Informe sobre Realidad y Perspectivas de la Inteligencia Artificial en En España.
Por su parte, la robótica también está sumando posiciones en el seno de las empresas. Según los últimos datos de la Asociación Española de Robótica y Automatización, tan solo en el año 2016 el parque de los robots creció un 6%, lo que supone que por cada mil trabajadores, hay dos robots. Esto es solo el comienzo, según indican las proyecciones de las diversas investigaciones.
Inteligencia artificial, robótica y gestión de datos.
En los últimos 5 años hemos asistido a una explosión de la disponibilidad de datos. Esta enorme cantidad de información excede cualquier capacidad humana, es por ello que necesitamos una ayuda externa, y la inteligencia artificial será nuestra mayor aliada.
Los datos han sido un elemento crucial para la evolución de la inteligencia artificial, un mercado que podría alcanzar los 98.000 millones de dólares en 2023 y superar los 169.000 millones en 2025. El 64% de los ejecutivos de servicios de banca creen que la inteligencia artificial transformará el sector en un máximo de dos años. Es más, el uso de la tecnología podría generar 140.000 millones de dólares en ganancias adicionales debidas al aumentos de la productividad y al ahorro de costes.
Cambio de preferencia de los consumidores y las tendencias sociales.
Esta tendencia aumentará la demanda de soluciones robóticas avanzadas. Por un lado, la mayor demanda de los consumidores de entregas más rápidas de productos personalizados conducirá a un aumento de la capacidad de los robots para personalizar la producción y la logística.
Por otro lado, una población que envejece aumentará la demanda de robots de servicios móviles para ayudar con la higiene personal, el ejercicio, la entrega de alimentos y más. El creciente interés del público en el reciclaje requerirá que los robots realicen complejas tareas de desmantelamiento y clasificación.
Las tecnologías avanzadas mejorarán la interacción humano-robot.
Las tecnologías disruptivas en las áreas de inteligencia, comunicaciones y control de máquinas ampliarán las capacidades de los robots y simplificarán su interacción con los humanos. Por ejemplo, la inteligencia artificial permitirá que los robots se enfrenten a situaciones inesperadas. Por ejemplo, Swarm Intelligence aumentará la flexibilidad de los robots móviles para compartir. Los sistemas de imágenes mejorarán las comprobaciones fuera de línea.
La tecnología de comunicación 5G aumentará el rango de trabajo del robot.
A medida que se introducen todas estas tecnologías, muchos clientes elegirán sistemas modulares que consisten en un núcleo, controladores periféricos, software de visión artificial e inteligencia artificial para acciones inteligentes y autónomas en lugar de la compra de sistemas robóticos básicos. Serán fáciles de implementar y podrán resolver de forma independiente una cierta gama de tareas.
La convergencia de las tecnologías de la información, que administra datos, y OT, que administra máquinas operativas, acelerará el desarrollo de sistemas robóticos inteligentes y simplificará su conexión con plantas de fabricación complejas. Ya en la actualidad, decenas de startups se centran en trabajar en nichos específicos en estas áreas de vanguardia.
Los robots serán capaces de aprender.
Las herramientas de simulación que se utilizan hoy en día permiten entrenar a los robots para resolver problemas actuales. Sin embargo, estos métodos no brindan la posibilidad de capacitarlos para responder a eventos inesperados de manera flexible e inteligente.
Los resultados de un estudio realizado por el centro de análisis de inteligencia artificial sin ánimo de lucro, OpenAI, hicieron posible crear la primera aplicación que incluye un brazo robótico humanoide. Esto puede resolver los problemas del cubo de Rubik por completo, sin intervención humana. Las capacidades robóticas que surgirán de estas tecnologías serán especialmente valiosas en los procesos de fabricación personalizados de un solo lote.
Máquinas móviles y semiautónomas en entornos premapeados.
Para 2030, los vehículos autónomos de nivel 3 representarán aproximadamente el 8% de las ventas de automóviles nuevos. Estos vehículos se conducen solos por carreteras relativamente buenas y en condiciones meteorológicas despejadas, y transfieren el control al conductor en el momento en que se encuentran con una situación difícil. La auto navegación de nivel 4 es completamente autónoma y tiene un sistema de respaldo que puede apagar la máquina en raras situaciones inesperadas, pero no requiere la intervención humana.
Según los expertos de BCG, las capacidades de Nivel 4 se mejorarán para 2030. Habrá máquinas móviles controladas de forma autónoma en determinados entornos limitados: robots de servicio de habitaciones de hotel, robots de reparto de última milla.
Conclusiones.
Por muy inteligentes que lleguen a ser las futuras inteligencias artificiales, incluidas las de tipo general, nunca serán iguales a las inteligencias humanas ya que, l desarrollo mental que requiere toda inteligencia compleja depende de las interacciones con el entorno y estas interacciones dependen a su vez del cuerpo, en particular del sistema perceptivo y del sistema motor.
Ello, junto al hecho de que las máquinas no seguirán procesos de socialización y culturización como los nuestros, incide todavía más en que, por muy sofisticadas que lleguen a ser, serán inteligencias distintas a las nuestras. El que sean inteligencias ajenas a la humana y, por lo tanto, ajenas a los valores y necesidades humanas nos debería hacer reflexionar sobre posibles limitaciones éticas al desarrollo de la inteligencia artificial.
El verdadero peligro de la inteligencia artificial no es la muy improbable singularidad tecnológica debida a la existencia de unas futuras hipotéticas superinteligencias artificiales, los verdaderos peligros ya están aquí.
Actualmente los algoritmos en que se basan los motores de búsqueda en internet, los sistemas de recomendación y los asistentes personales de nuestros teléfonos móviles, conocen bastante bien lo que hacemos, nuestras preferencias y nuestros gustos e incluso pueden llegar a inferir el qué pensamos y cómo nos sentimos.
El acceso a cantidades masivas de información, que voluntariamente generamos, es fundamental para que esto sea posible, ya que mediante el análisis de estos datos provenientes de fuentes diversas es posible encontrar relaciones y patrones que serían imposibles de detectar sin las técnicas de la inteligencia artificial.
Todo esto resulta en una pérdida alarmante de privacidad. Para evitarlo deberíamos tener derecho a poseer una copia de todos los datos personales que generamos, controlar su uso y decidir a quién le permitimos el acceso y bajo qué condiciones, en lugar de que estén en manos de grandes corporaciones sin poder saber realmente qué uso hacen de nuestros datos.
La inteligencia artificial está basada en programación compleja, y por lo tanto necesariamente cometerá errores. Pero incluso suponiendo que fuera posible desarrollar un software completamente fiable, hay dilemas éticos que los desarrolladores de software deben tener en cuenta a la hora de diseñarlo. Por ejemplo, un vehículo autónomo podría decidir atropellar a un peatón para evitar una colisión que podría causar daños a sus ocupantes. Equipar las empresas con sistemas avanzados de la inteligencia artificial para hacer la gestión y la producción más eficientes requerirá menos empleados humanos y generará más paro. Estos dilemas éticos hacen que muchos expertos en inteligencia artificial señalen la necesidad de regular su desarrollo. En algunos casos se debería incluso de prohibir el uso de esta tecnología.
En particular es necesario que los estudiantes de ciencia e ingeniería reciban una formación ética que les permita comprender mejor las implicaciones sociales de las tecnologías que muy probablemente desarrollarán. Solo si invertimos en educación lograremos una sociedad que pueda aprovechar las ventajas de las tecnologías inteligentes minimizando los riesgos.
La inteligencia artificial tiene sin duda un extraordinario potencial para beneficiar a la sociedad siempre y cuando hagamos un uso adecuado y prudente.
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