CONOCE LA IMPRESIÓN 3D ¿CÓMO SE PROTEGE JURÍDICAMENTE? ¿QUÉ ES LA IMPRESIÓN EN TRES DIMENSIONES? PARTE 2.
En la entrada anterior vimos lo que es la impresión 3D, los cambios y beneficios que le da a las industrias, las cuales cada día van aumentando más su uso y también los riesgos que esta tecnología puede tener, sobre todo en el tema de la propiedad intelectual.
También vimos cómo la propiedad intelectual es la rama del derecho que sin duda se adecua a la protección de las creaciones surgidas de la impresión 3D, ya que es la rama que se encarga de la protección de las creaciones y las innovaciones en todos los campos. En este sentido, vimos las figuras que abarcan esta rama del derecho, tales como las marcas, patentes, diseño industrial y el derecho de autor, figuras que están protegidas tanto por las leyes interna como en los tratados internacionales que le da armonía a dichas materias.
La importancia que está adquiriendo la impresión tridimensional en la economía actual es tal que la Comisión Europea la considera un ámbito prioritario de actuación que posee potencial económico relevante, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas.
Así que continuemos conociendo los retos que la impresión tridimensional plantea:
LA PATENTE Y LA IMPRESIÓN 3D
La patente es una figura por medio de la cual se protege los inventos e innovaciones siempre y cuando sean novedosos, que sean útiles y que no hayan sido difundidos previamente. En este sentido, puede decirse que esta es la figura que ha regulado a la impresión 3D desde sus inicios, ya que a mediados de la década de los 80 fue registrada la primera patente relacionada con la impresión 3D, tal como la conocemos, la cual fue solicitada por Bill Masters. Dicha patente ya se encuentra bajo dominio público, por lo que puede ser usada sin solicitar permiso.
Sin embargo, cualquier mejora o avance que se haga sobre la tecnología de la impresión 3D debe ser protegida bajo la figura de la patente, por lo que dicha mejora en la tecnología de la impresión será de uso exclusivo de los titulares de dicha mejora de la impresión 3D, hasta que expire.
Ahora bien, una de las interrogantes más interesantes que existe en relación a la impresión 3D es si un objeto realizado por esta tecnología puede ser protegido por esta figura.
Si se cumple con los requisitos de patentabilidad, puede ser objeto de esta protección. Es preciso indicar que en durante el proceso de impresión de un objeto tridimensional hay una etapa muy importante que es la de la digitalización que se hace mediante un archivo del objeto que se va a imprimir. Si la persona que diseñó el objeto es diferente de la que hizo la digitalización, ya que sin ese proceso de digitalización no hay impresión tridimensional, podría ser el autor del archivo ser considerado como co inventor del objeto 3D.
Es importante que en futuras actualizaciones de las normas internacionales en materia de propiedad intelectual incluyan artículos que hagan referencia directa a la impresión 3D. Pero para muchos expertos, aplicando la analogía de la ley, la persona que hace la digitalización del objeto podría ser considerada como coautor de la patente junto a la persona que la haya diseñado.
La impresión tridimensional al ser un medio de simplificación de muchas operaciones de la industria sin duda será una de las principales fuentes de solicitudes de patentes. O mejor dicho es. Según un reporte realizado por el IFI Claims Patent Services, la impresión tridimensional es una de las tecnologías cuyas solicitudes de patente ha aumentado en el período comprendido entre 2016-2020, junto a los sistemas informáticos basados en modelos biológicos y los cigarrillos electrónicos.
Ahora bien, según el mencionado estudio ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos, las empresas que presentaron más solicitudes de patentes en relación a la tecnología de la impresión tridimensional, durante 2020, son las siguientes: HP (que presentó 470 solicitudes de patentes), General Electric (331 solicitudes de patentes), Kinpo Electronics (273 patentes), XYZPrinting (273 patentes) y en quinto lugar se encuentra Boeing, la célebre empresa aviación por haber solicitado 195 patentes relacionadas con la impresión 3D.
De hecho, Ford, la empresa automotriz ha experimentado un gran crecimiento en sus solicitudes de patentes en relación a esta tecnología.
Además, según el mencionado reporte, las empresas que más recibieron patentes relacionadas con esta tecnología se encuentran empresas como: Continuous Composites, Xerox, Concept Laser et Carbon. Como vemos la tendencia, y es probable que se siga manteniendo, es que las empresas tienen un gran interés de incorporar la impresión 3D en sus procesos.
Por su parte, la Oficina Europea de Patentes publicó un reporte denominado “Patentes y la Fabricación por Aditivos-Tendencias en materia de Tecnologías de Impresión 3D”, menciona que Alemania, Reino Unido y Francia encabezan los países europeos que más solicitudes de patentes presentan, enfocándose en sectores como la salud, el energético y el de transporte. Por su parte, España, Bélgica y los Países Bajos ocupan lugares destacados entre los países europeos que más patentes presenta en relación a la impresión 3D.
A los titulares de las patentes les corresponde el uso exclusivo de la patente hasta el término de su expiración cuando pasa a dominio público. Dentro de la vigencia de la patente, su titular podrá ejercer cualquier tipo de acción para no permitir el uso de la misma sin su autorización. Lo cual le da la posibilidad de actuar contra.
En este punto, vamos a destacar un caso bastante interesante de infracción de una patente durante el contexto de la crisis que significó la crisis producida por la pandemia.
En Italia, país que fue gravemente afectado por la pandemia COVID-19, una empresa que es titular de una patente que trata sobre una válvula que es usada en máquinas respiratorias, que debido a la emergencia sanitaria agotó su existencia. Debido a ello, un grupo de ingenieros, haciendo uso de una impresora 3D, comenzó a producir la válvula para las maquinas respiratorias.
A pesar de que la empresa titular de patente amenzó con presentar acciones legales contra los ingenieros, finalmente no pasó a más. Sin embargo, esto nos indica lo fácil que la impresión 3D hace de copiar la creación de otros.
LA IMPRESIÓN 3D Y EL DERECHO DE AUTOR
El derecho de autor es la vertiente de la propiedad intelectual que protege las creaciones artísticas y literarias, bien sea libros, pinturas, canciones, esculturas, fotografías, películas, programas de televisión, obras de teatro, musicales, danza, litografías, planos, bocetos, software, bases de datos, páginas web.
Muchos diseñadores y artistas ya han recurrido a la impresión 3D para la creación de sus obras, debido a la amplia gama de posibilidades que ofrece para la creación de formas. Como se ha indicado, previamente a la impresión, en un archivo digital, bien sea por medio de un programa o escáner, es dividido. Para muchos, el archivo, siempre y cuando sea una forma lo suficientemente original (criterio que varía en cada legislación) puede ser objeto de protección bajo la figura del derecho de autor por sí mismo.
Además, en este punto es preciso destacar que aunque la venta de impresoras 3D ha crecido exponencialmente en los últimos años, existen establecimientos que sirven como intermediarios para la realización de los procesos de la impresión 3D. En este sentido, expertos alegan que estas empresas podrían gozar de derechos conexos, tales como los productores de las obras musicales, ya que sin su inversión y equipos no sería posible la existencia de la obra realizada bajo la técnica de la impresión tridimensional.
Pero al ser potenciales titulares de derechos, también estarían obligados a responder por las falsificaciones que puedan cometer los usuarios de sus servicios. Por ello, estas empresas deberían implementar sistemas de seguridad que les ayude a detectar los posibles plagios que se cometan.
Los titulares de los derechos de autor tienen todos los derechos para ejercer acciones sobre los que usen la obra con fines comerciales sin su autorización, incluyendo la divulgación sin su permiso del archivo del objeto que será impreso.
No cabe duda de que la impresión 3D abre todo un mundo de nuevas posibilidades a alas empresas, creativos y hasta para el derecho, ya que plantea nuevos retos para mantener la armonía entre lo creativo, el beneficio económico de sus autores y el beneficio de la colectividad. La tecnología sigue avanzando a pasos acelerados, y ya nos encontramos en los primeros pasos de la impresión 4D.
Por lo tanto, la propiedad industrial debe amoldarse a estos cambios y tener disposiciones especificas para esta tecnología, que cada día es más usada por empresas como Ford, Boeing, Nestle, Gucci y Swatch.
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