DIBUJANTES DE COMICS: JOHN BYRNE. 1950-ACTUALIDAD.

Nuestra Redaccion

hace 2 años

CONOCE AL DIBUJANTE DE COMICS JOHN BYRNE.

CUANDO SE HABLA SE LOS SUPERHÉROES SOLEMOS VER SU BATALLAS ÉPICAS E HISTORIAS EMOCIONANTES. QUIZÁS, LOS MÁS AFICIONADOS PUEDAN NOTAR LA FORMA DEL DIBUJO, EL TRAZO, CÓMO FUE ESCRITO Y CÓMO FUE CONFECCIONADA LA HISTORIA QUE FUE CAPAZ DE DELEITARLOS POR DÍAS. NO OBSTANTE, NO TODO ES LO QUE SE VE A SIMPLE VISTA, HAY QUE PENSAR QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE ESA HISTORIA. MÁS ALLÁ DE CADA SUPERHÉROE HAY UNA MENTRE MAESTRA QUE LO PENSÓ, LOS DIBUJÓ ESCRIBIÓ LA HISTORIA Y LA PLASMÓ EN PAPEL. EN EL PRESENTE ARTÍCULO RENDIREMOS TRIBUTO A UNO DE LOS GRANDES DIBUJANTES DE COMICS.

Siempre al ver las historias de superhéroes hay que pensar en el viejo adagio de “que el árbol no tape el bosque”. Aunque para un aficionado común y corriente se sienta satisfecho con solo leer y deleitarse de la historia y de los dibujos, para otros, los más arraigados fans de los superhéroes, les interesa quién escribió, dibujó y creó la historia. Qué técnica utilizaron, en quién se inspiraron y cómo fue todo el desarrollo desde el primer trazo hasta el punto final.

Al hablar de los creadores, hoy dedicaremos el artículo a John Byrne, uno de los actuales dibujantes más destacados. En su curriculum está nada más y nada menos que su participación en las historias de los X-Men, Los Cuatro Fantásticos y hasta el héroe más universal y famoso del planeta. Estamos hablando de Súper Man.

Byrne, es un historietista inglés que estuvo radicado en Canadá y luego en la ciudad de Connecticut, en Estados Unidos. Se caracterizó por tener un dibujo limpio y clásico, que estuvo fuertemente influenciado por el maestro Neal Adams.

Si hablamos de la historia de Byrne, en la introducción debemos hablar de su versatilidad. Ha sido uno de los pocos historietistas que se puede dar el lujo de decir que ha estado en todos los procesos de producción. Es decir, estuvo en la escritura, en el dibujo y hasta fue entintador.

Su talento no está en discusión y debe ser considerado como uno de los grandes historietistas o dibujantes de comics de la edad moderna.

JOHN BYRNE: CARRERA PROFESIONAL Y BIOGRAFÍA.

Un lector habitual de comics de superhéroes, de seguro ha oído hablar de John Lindley Byrne, escritor y dibujante inglés que ha realizado un destacado, excelso y memorable trabajo con personajes de DC Comics y Marvel. Al trabajar con las dos grandes empresas de comics de superhéroes, ya queda demostrado su talento y profesionalismo.

No obstante, se puede llegar a decir que fue en la década de los años 80, mientras trabajaba en la Casa de las Ideas, cuando vivió su mejor momento. En ese periodo, tuvo una evolución artística de la que otras importantes figuras del comic no pueden presumir

Sus inicios más destacados tuvieron lugar en el año 1981, cuando John Byrne pudo posicionarse como autor completo de la colección de los Cuatro Fantásticos, labor que comenzó desde el ejemplar número 232 de dicha colección.

En ese proyecto, Byrne quiso mantener a su gran amigo Joe Sinnot como el entintador de la colección, ya que habían trabajado juntos anteriormente. Sin embargo, acostumbrado a trabajar con bocetos más básicos y un poco descontento porque consideraba que no le pagaban lo suficiente, Sinnot prefirió dejar la colección, dejando a Byrne solo.

En este sentido, el inglés tuvo que ingeniárselas y encargarse el mismo de entintar la cabecera de la colección personalmente, algo que no debió suceder, pero por la premura, Marvel no tuvo otra opción que confiar en Byrne.

La intención de la compañía era encontrar un sustituto que evitara que Byrne tuviera que hacer todo el trabajo. Sin embargo, la cosa no fue tan sencilla como cabría de esperar. En un principio, la directiva de Marvel pensó que Terry Austin era el artista indica para ese trabajo.

No obstante, un error de logística echó todo a perder. Se esperaba que el editor Jim Salicurp le enviaría las planchas originales del número 232 de los Cuatro Fantásticos a Austin para que pudiera entintarlas con tiempo suficiente. Sin embargo, esto no sucedió. Es situación hizo enojar en demasía a Terry Austin, quien afirmó que ya no tenía ganas de encargarse del trabajo. En este sentido, para que el comic saliera al público en el tiempo precvisto, Byrne tuvo que hacer toda la tarea.

En principio, John Byrne, quien ya tenía cierto renombre como guionista y dibujante, decidió utilizar un seudónimo como entintador. El alias que eligió fue el de Bjorn Heyn, el cual, en realidad, era su mismo nombre pero con las letras cambiadas de orden.

Después de ese primer número de la colección, Terry Austin accedió a ocuparse de dicha tarea únicamente en las portadas, aunque solo lo hizo por unos cinco meses. A partir de ahí, John Byrne decidió que podía encargarse de todo el trabajo.

No obstante, después de un tiempo, como el mismo reconoció, no se encontraba satisfecho con ninguna técnica de entintado que se le pasara por la cabeza. Inicialmente, se le ocurrió imitar al estilo del gran Jack Kirby, pero el experimento no le salió como lo había planificado y recibió muchas críticas de los lectores. No obstante, Byrne no desmayó y lejos de actuar a la defensiva quiso continuar con el mismo estilo.

Con el tiempo, él mismo reconoció que sus primeros trabajos como entintador dejaban bastante que desear. Sin embargo, también señaló en su momento que se sintió orgulloso con su labor en la trilogía de Galactus, repartida entre los ejemplares 242 y 244 de Los Cuatro Fantásticos en el año 1982.

A medida que iba trabajando, John Byrne iba sintiendo cada vez más confianza en sí mismo, lo que le llevó a pasar de los lápices a dibujar comics directamente con tinta, logro que comenzó a hacer en Los Cuatro Fantásticos número 252 en el año de 1983. Al no hacerse publicidad de dicha novedad, la práctica pasó realmente inadvertida, aunque trajo un efecto colateral consigo, ya que a la hora de planificar, Byrne descuidaba los fondos y creaba muchos espacios en blanco.

Sin embargo, John Byrne siempre argumentó que lo hacía de manera inconsciente y que en todo caso, aquello facilitaba la labor del rotulista, además de servirle para prestar una atención mayor a las figuras humanas y a los rostros.

No obstante, también hay que destacar que en varias páginas de los comics no contaban con algún tipo de fondo. Por tanto John Byrne, tras reflexionar sobre ello, optó por volver a su trabajo clásico y centrarse en ser dibujante y dejar la labor de entintador.

Uno de los aspectos más destacados de John Byrne como dibujante, es que su evolución fue tal, que acabó por decidir que no precisaba hacer uso de la goma de borrar, lo que le permtía aumentar su producción, algo que hasta el momento solo había logrado hacer Jack Kirby, siguiendo las sugerencias de su gran amigo Joe Simon. Solo estos dos nombres pertenecen al salón de la fama de los dibujantes de comics. Es decir, son palabras mayores.

El trabajo de John Byrne con Superman.

Byrne llevaba años criticando a DC por no hacer lo correcto con el mayor superhéroe de todos los tiempos. En este sentido, el mismo día que finalizó su contrato con Marvel, Dick Giordiano lo llamó y le dijo que demostrara lo que pudiera hacer con el kryptoniano. De inmediato Byrne se puso a trabajar. Estos fueron sus primeros pasos con DC Comics. El dibujante británico hizo una lista de 20 peticiones sobre las cuales tendría que girar la historia de Súper Man, 19 de ellas gustaron.

Lo único que rechazó la directiva de DC fue que Byrne había propuesto que la madre de Súper Man sobreviviese con su hijo y llegara a la tierra para después morir envenenada por la kriptonita. Esto lo quería hacer única y exclusivamente para justificar el poder letal de la kruptonita.

Aunque por esos años se rumoreaban muchas cosas, como que Byrne se marcharía de DC por un bajo salario, lo cierto es que estaba trabajando a toda máquina y logró relanzar a Súper Man de una manera tan exitosa, que muchos lo ponían en duda.

En su relanzamiento con Súper Man, Byrne se basó en la historia más alabada unánimente en el mundo de los comics, que fue el Súper Man interpretado por Christopher Reeve.

La etapa de Byrne asentó las bases del personaje para los años venideros y supuso un punto de inflexión para el hombre de acero. El debut de la primera miniserie de Byrne vendió la mágnifica cifra de dos millones de ejemplares, con lo que el kryptoniano pasó a gozar de más salud que nunca. El canadiense se dedicó a ilustrar y guionizar todas las series de Superman del momento, con bastantes proyectos especiales.

Los números de la colección de Súper MAN son los más destacados tanto a nivel de argumento como de dibujo. En ellos Byrne nos presenta aventuras autoconclusivas de uno o dos episodios donde el artista continúa explorando los poderes y el entorno de Súper Man tras las Crisis.

De esta forma intenta dejar claro que Súper Man ya no es el ser casi omnipotente en que se había convertido a lo largo de los años a base de acumular poder sino que es un ser muy poderoso pero con sus limitaciones. Prueba de esto son las dificultades que tiene pare derrotar por la fuerza a sus rivales de las dos primeras historias y que tenga que recurrir a artimañas para conseguirlo. Más evidente se hace este punto en los números correspondientes al cruce con la Legión de los Superhéroes donde queda patente que la gama de poderes se Superman ya no es la que tenía antes de la Crisis.