En entradas anteriores nos hemos enfocados cómo en la industria de los cómics las figuras de derecho de autor o copyright y las marcas han sido claves en su desarrollo y crecimiento. El derecho de autor protege a la historieta en sí misma para evitar plagios y comercializaciones indebidas de los cómics,
Por su parte, las marcas son signos que identifican un producto o servicio en el marcado, y como hemos visto en la evolución de la industria del cómic, los personajes pueden alcanzar tal nivel de fama y relevancia que se convierten en marcas comerciales, los títulos de los cómics también se convierten en signos distintivos indicadores del origen empresarial de productos o servicios.
Los cómics, como cualquier otra obra creativa, están protegidos por las leyes de derecho de autor. El derecho de autor es un conjunto de leyes que protege las obras originales creadas por autores, artistas y otros creadores de contenido. Esta protección legal permite que el creador tenga el control sobre cómo se usa y distribuye su obra.
En el caso de los cómics, los autores y los editores tienen los derechos de autor sobre la obra. Esto significa que no se puede copiar, distribuir, exhibir públicamente o hacer cualquier uso comercial sin la autorización de los titulares de los derechos.
Pero en esta entrada, vamos a enfocarnos en una figura de la propiedad intelectual que, quizás, no relacionamos con los cómics, y nos referimos a la patente de diseño industrial o simplemente diseño industrial.
Así que conozcamos la figura del diseño industrial y aplicación en la industria del cómic.
¿QUÉ ES LA PATENTE DE DISEÑO?
