COMICS DE TERROR. PARTE 4

Nuestra Redaccion

hace 1 año

CONOCE LOS COMICS DE TERROR. SU HISTORIA Y EVOLUCIÓN. PARTE 4.

LAS HISTORIAS DE TERROR HAN MARCADO UN HITO DENTRO DE LA INDUSTRIA DEL COMICS Y DEL ENTRETENIMIENTO EN GENERAL. DE HABER NACIDO COMO UN SUB-GÉNERO Y COMO SOLO UN COMPLEMENTO DE OTRAS HISTORIAS.

EL TERROR POCO A POCO FUE ACAPARANDO ESPACIOS. LOS ESCRITORES Y GUIONISTAS SE DIERON CUENTA QUE EL TEMA GUSTABA MUCHO Y FUERON GENERANDO HISTORIAS EN SOLITARIA. ELTERROR SE FUE INTRODUCIENDO EN LAS NOVELAS DETECTIVESCAS Y EN ALGUNOS ESPACIOS DE VILLANO EN LOS COMICS DE SUPERHÉROES. LUEGOSE FUERON METIENDO EN LA TRAMA, Y GRACIAS A UNOS EDITORES INDEPENDIENTES SE FUERON POSICIONANDO EN LA CÚSPIDE DEL ENTRETENIMIENTO. SIN EMBARGO, EN EL PRESENTE ARTÍCULO DESARROLLAREMOS DE MANERA MÁS EXTENSA CÓMO FUE SU EVOLUCIÓN.

En cuanto a los comics de terror hay que destacar, que el género nació de las viñetas de una forma muy curiosa. Al analizarlas nos dimos cuentas que eran historias únicas y separadas de otra. En un principio, eran más graciosas y sarcásticas que turbias o violentas. Lo que si era cierto, es que eran desgastantes, y a diferencias de las películas, usaban a la violencia y a las situaciones asquerosas para causar cierto impacto y generar anécdotas.

Al inicio, el género no era directamente un terror impresionista ni muchos menos psicológico, pero los tintes de horror comenzaban a surgir. Todo cambiaría en la década de los años 70, cuando aún sin ser un género definido como el cine, se crearía un personaje mucho más oscuro que los de aquellos años.

Nos estamos refieriendo a Vampirella, que había nacido unos años antes, pero su personalidad era percibida como mucho más simpática que la de Swamp Thing, y hacía que fuera más otra aparición sarcástica en homenaje a un icono del terror, que un personaje por sí solo.

En esos momentos, estrenaban de seguido y sin descanso a tres de los mayores íconos del terror en la historia del cine como lo fueron Halloween, La Masacre de Texas y el Exocrista, que serían tres películas que se regían por reglas distintas, pero que marcarían pauta.

Los años 70 marcaron la evolución del género del terror.

Si hablamos de una época de franca evolución para el género del terror, la década de los años 70 fueron años de evolución directa, pero aún faltaba mucho para llegar al terror que se veía en el cine o en la literatura. Evidentemente, había monstruos, la verdad es que faltaba un trasfondo más oscuro. Faltaba algo que hiciera que las historias se volvieran más adultas y fueran tan violentas y maduras como en el séptimo arte. En este sentido, apareció la editorial Vértigo, que llegaría al rescate con algo más cercano al infierno que cualquier otra novela gráfica.

Justo en ese momento, Alan Moore volvía a tomar el mando de Swamp Thing para trastocar sus conceptos. Demostrar era algo más que un monstruo, y que realmente sufría, pero la verdad es que Moore pasó a otro nivel más adulto y oscuro, lo que tenía el personaje HellBlazer con John Constantine. A partir de ese momento nos acercábamos a los demonios.

Para los años 80, el cine de terror explotó completamente. Era la llegada triunfal de Chuky, Pesadilla en Elm Street, Juegos Diabólicos, Viernes 13, entre otras películas de terror, y justo en ese momento comenzó la revolución literaria de Stephen King, con El Resplandor y Kubrick, que instauraban una forma de hacer cine de una forma diferente.

Aún así, entre tantos éxitos y obras memorables del cine en general, en el comics también habían historias que daban de que hablar, tales como Locke & Key, la aclamada Aliens, y From Hell, una historia de Alan Moore con mucha realidad impresa en sus páginas.

Desafortunadamente, los autores del género de terror tenían las intenciones de igualar a otros géneros. En ese sentido, se intentó hacer con John Constantine, quien sirvió para acercarse a esa parte monstruosa del género, pero no de la forma que se buscaba.

Así, los principales autores del género decidieron construir un puente de regreso a los años 40, en dona la apariencia monstruosa era la herramienta y el terror alternativo no existía. De esta forma, conectábamos de nuevo con las criaturas desagradables, olvidando los horrores reales. Era hora de que la imagen entrara al juego con algo nuevo. No obstante, el efecto tampoco fue el deseado. Para bien o para mal, el público volvió a tener asco y no miedo.

Sin embargo, tiempo después llegaría Todd McFarlane era un visionario y creó todo un universo. Spawn era el máximo emblema de la compañía. En ese momento se había creado todo un universo amenazador, oscuro y repugnante, que no tardaría en ser aprovechado. Posteriormente, llegaría Mike Mignola con Hellboy dos años después, con una historia adulta y provocativa, llena de influencias Steam Punk y la serie de Aliens seguía vigente, ya que sus influencias y tendencias nadie se las iba a quitar. Sin embargo, de un momento a otro, ya no parecían nada especiales.

No obstante, cuando todo parecía perdido y monótono, en donde todo era único, apareció el subgénero emergente con las mismas emociones e influencias, pero un poco más bizarras, más psicológicas y con mucha más sangre, como lo fue la serie de “El Gore”.

En paralelo, Stephen King seguía pisando fuerte en el cine y esta vez con historias más macabras y sangrientas como lo fue IT o Misery, y a la vez, las emergentes franquicias Slasher que seguían sacando secuelas sin que nadie las parara.

Begotten también se plantaba como una película experimental desagradable y asquerosa, mientras que para ese entonces, Tim Burton empezaba a dar de que hablar con su estilo gótico y gris.

El comics intentaba emular al cine.

Mientras eso pasaba en el cine, el comic y el manga quisieron sumarse al viaje y montarse en la ola. Aquel género Gore que surgía iba a servir para que el comic sentara sus bases en la actualidad, y una vez más, para bien o para mal, comenzaron a tomar como ejemplo al séptimo arte. Esto daría un impacto que necesitaba este género, pero ese impacto, precisamente, se daba del otro lado del mundo, bajo la tutela de Junji Ito, quien fue un maestro del comics de terror.

Su carrera en el manga ha sido prestigiosa y se ha ganado lugar como escritor pródigo. Su obra manga fue Uzumaki, un manga de terror que combinaba Gore con su realidad. Y con esa intención comenzó una nueva fiebre en el público. De esta forma, los comics alternativos también se montaban en el autobús de los comics del género de terror.

Tres años después, llegaría 30 Días de Noche, una obra americana que utilizaba la oscuridad y los peligros para generar una tensión latente que terminaba en sangre. Años antes se lanzaba una recopilación de grandes autores sobre historias cortas y retorcidas bajo el nombre de Flinch.

Y mientras tanto, Junji Ito seguía lanzando mangas aterradores tales como Relatos Terroríficos y Gyo. Y así, otro cambio comenzó a gestarse, pero como era una constante, el cine volvió a dar un paso adelante con el Proyect Blair Witch, el primer falso documental o montaje falso, que iniciaría la fiebre por las historias lentas, silenciosas y expectantes tales como REC, Actividad Paranormal, entre otras.

En ese momento, comenzaron a adaptarse y a crear nuevas alternativas con este subgénero. Este era un hecho. La sangre y el caos habían pasado de moda y le abrieron el paso al elemento del “silencio”.

En esta etapa el comics se sentía cómodo, pero algunos autores querían probar que valían más y que incluso podían evolucionar más que el cine. En este sentido, debían dejar de lado la sangre, los monstruos y el llamado “sus fácil”. Al igual que el séptimo arte, comenzaron a explorar todas las posibilidades de amenaza paranormal. Era el momento de darle un segundo plano y hablar sobre las personas y las víctimas. Porque lo real siempre asusta más. Aunque para aquel entonces no se habían probado todas las alternativas.

Aunque se habían abandonado la idea de los monstruos y los zombies, con The Walking Dead la cosa fue diferente. Primero porque nos advirtieron que ésta no sería otra historia de Zombies y segundo porque logró no alcanzar tanto éxito al principio, hasta que dio su alto a la televisión como una serie muy famosa.

Finalmente, se desarrollaron obras realmente muy prometedoras tales como Scott Snyder, que comenzaba a escribir a American Vampire, y después teníamos a Crossed ya Severed, dos obras que mezclaban un terror ochentero con sangre y asesinatos, pero con la psicología de personajes a flor de piel.

En esos años, llegaba Saw, Silent Hill y Cloverfield, películas que no tenían una pisca de suspenso pero si bofetadas de sangre y nuevas criaturas.Y así, llegó Wytches, aquella obra que combinaba la atmósfera de Blair Witch con el terror psicológico y las dudas morales de los personajes de TWD, habíamos llegado a un punto cumbre en donde Snyder había comenzado a crear cosas que jamás se hubieran ideado en el cine.

La conclusión es que el género de terror en los comics fue evolucionando en paralelo tanto en el cine como en la industria editorial.