CONOCE LA HISTORIA DE HANNA BARBERA, EL ESTUDIO DE ANIMACIÓN. PARTE 6
NO CABE DUDA DE QUE HANNA Y BARBERA OFRECIERON ALGUNAS DE LAS MEJORES CARICATURAS DE TODOS LOS TIEMPOS; SIN EMBARGO, ESTOS CREADORES DE SUEÑOS TAMBIÉN TUVIERON FALLAS EN CUANTO A SU CONTENIDO Y, LAMENTABLEMENTE, POR ESAS SERIES TAMBIÉN SE LES RECUERDA.
Aunque Los Picapiedras y Los Supersónicos han sido las más exitosas, destacadas y que no pasan de moda, hay personajes que se han ido quedando atrás por «lo malos que eran», y no precisamente nos referimos a villanos. ¿Te acuerdas de alguno?
Fracasos Hanna Barbera
La Mole (‘Fred and Barney Meet the Thing’)
Lamentablemente, esta es una caricatura basada en la Mole de Los cuatro fantásticos que honestamente ha sido de los peores intentos que ha hecho la productora Hanna Barbera para mantener sus éxitos. El personaje está mal dibujado y la historia es aburrida. En vez de pelear contra villanos como el Silver Surfer, enfrenta tiburones y motocicletas.
Scrappy-Doo (‘Scooby-doo y Scrappy-doo’)
Aunque muchos amábamos a Scooby-Doo y sus aventuras con Shaggy, la adición de Scrappy-Doo no fue agradable, tanto que el personaje terminó por ser un villano en la película live-action. Parece mentira, pero aún con personajes exitosos, una mala trama puede acabar con ellos.
Pinky y Panky (‘Pantera Rosa y sus hijos’)
No se sientan mal si no saben quiénes son estos personajes, la verdad no fueron para nada acertados y ese es el castigo: el olvido. Si los reconocen sería por La Pantera Rosa e hijos, spin-off de la icónica caricatura que incluía dos panteritas hartantes.
El Gran Gazoo (‘Los Picapiedra’)
Hay un punto en el que las caricaturas empiezan a sacar insensateces después de estar al aire por tantos años, y lamentablemente eso fue lo que pasó cuando los creadores de Los Picapiedras tras introducir a El Gran Gazoo, un ser espacial verde proveniente de Los Supersónicos con voz molesta que decía pura payasada.
Los robots chiflados.
Pese a que la intención de incluir robots era una especialidad de Hanna-Barbera en las caricaturas, y les había funcionado bien con Los Supersónicos, fallaron gravemente con Los robots chiflados. Literalmente arruinaron lo grandioso que eran Los Tres Chiflados con el hecho de convertirlos en robots.
Scare Bear y Quack (‘Galaxy Goof-Ups’).
La verdad es que todos amábamos al oso Yogi y a Huckleberry Hound y al mezclarlos surigó Galaxy Goof-Ups, en la que estos personajes clásicos intentan salvar la galaxia, pero también inventaron a Scare Bear y Quack, un oso que se asusta por todo y un pato inútil que fueron todo menos inolvidables.
Gary Coleman (‘El show de Gary Coleman’)
¿De qué estás hablando, Willis? Aunque Gary Coleman fue ícono de la comedia en su época, esta caricatura fue un fracaso rotundo. Nunca olvidaremos al grandioso actor, pero sí a su personaje animado. Tal y como dijimos anteriormente, una historia mal contada, puede acabar con una caricatura entera.
Cantinflas (Cantinflas y amigos)
No sorprendió que el legendario comediante mexicano Mario Moreno, «Cantinflas», tuviera su propia caricatura, pero sí saber lo malo que era su personaje animado al llevarnos en un viaje educativo e histórico por el mundo que decepciona por convertirse en la definición de cliché. Un vivo ejemplo de cómo acabar con un persona increíble.
Maxie y Minnie (‘Gasparín y los Ángeles’)
Una vez más tomaron un clásico y lo mandaron al espacio. Gasparín viaja al espacio para atrapar a los malos con Maxie y Minnie, dos oficiales que no gozaban de muchas destrezas; una situación que sin duda generó que solo encontraran fracaso.
Yogui (‘¡Yo Yogui!’).
Si en un momento amábamos a Yogui, todo ese sentimiento murió gracias al fracaso de esto spin-off. La versión del oso arruina todo lo que fue en algún momento el personaje para ponerlo a resolver misterios con su novia; lamentablemente, no es de extrañar que pocos la recuerde.
Don Gato y su pandilla: Fracaso en EEUU, éxito en Latinoamérica.
Antes de hablar de fracasos o éxitos es necesario comenzar por el principio, y en este punto debemos recordar que el 27 de septiembre de 1961 se emitió por primera vez Don Gato y su pandilla (Top Cat), una serie de dibujos animados creada por William Hanna y Joseph Barbera. Como su nombre lo indica, esta caricatura muestra las aventuras de una pandilla gatuna, liderada por Don Gato, que se mueve por las calles de Manhattan.
Además de contar con la presencia de este jefe tan parlanchín y persuasivo, la pandilla estaba compuesta por el ingenuo Benito Bodoque, el enamoradizo Cucho, el despreocupado Demóstenes, el vanguardista Espanto y el coqueto Panza.
En la serie animada, el grupo de felinos callejeros buscaba tener lujos y comodidades de la manera más fácil posible con el mínimo esfuerzo, sin importar si debía romper un poco la ley para lograr sus objetivos. Este era el motivo por el que la pandilla se encontraba en la mira del oficial Matute, el policía a cargo del vecindario que con frecuencia intentaba arrestar a estos gatos revoltosos.
Aunque la historia no se oía mal, ni sus guines ni dibujos, la serie contó solo con 30 capítulos. Lamentablemente, el público estadounidense no se interesó mucho en ella, ya que prefería ver un contenido más familiar, como Los Picapiedras, también de esta famosa productora de Hanna-Barbera.
Don Gato y su pandilla abordaba temas relacionados a los planes fallidos, las estafas, las clases sociales y las relaciones amorosas a través de ciertos personajes. Es por eso que podía ser difícil aceptar que unos “gatitos” se mostraran con intenciones engañosas, sobre todo si consideramos que los animales se asociaban principalmente a algo tierno por esos años.
Ahora bien, en este punto debemos resaltar que gracias al éxito de las series anteriores de Hanna-Barbera como El oso Yogui y El Show de Huckleberry Hound, las siguientes producciones de este estudio tenían asegurada su distribución fuera de Estados Unidos.
Es así como Don Gato y su pandilla fueron bien recibidos en España y Reino Unido, donde fue renombrada como Boss Cat, ya que allí existía una marca de alimento para gatos llamada Top Cat. Pero donde realmente fue exitosa y aún es recordada con cariño es en Latinoamérica, sobre todo en México.
Naturalmente aún podríamos preguntarnos ¿Qué fue lo que causó esta repentina fama en los países de habla hispana? La respuesta es simple: la adaptación del guion en el proceso de doblaje. Dicha tarea fue asignada al actor, escritor y director mexicano Rubén Arvizu, cuando la serie llegó a Latinoamérica en la década de los setenta.
Adicionalmente y como dato curioso, Arvizu tenía bastante libertad creativa al doblar los contenidos, así que no dudó en atreverse a cambiar el contexto cultural de la serie y pasarla de un ambiente neoyorquino a uno mexicano. Esto se vio reflejado en los nombres, diálogos, expresiones y modismos de los personajes.
Asimismo, esa tarea también se pudo lograr gracias a la tremenda calidad interpretativa de los actores de doblaje. Algunos de ellos fueron Julio Lucena, que estuvo a cargo de la voz Don Gato; Víctor Alcocer, que interpretó al oficial Matute, y por supuesto, Jorge “el Tata” Arvizu (hermano de Rubén), quien le dio voz a Benito Bodoque y a Cucho.
Más datos curiosos de esta adptación: “El Tata” Arvizu fue uno de los pioneros del doblaje en México, pues prestó su voz para una variedad de personajes de series y películas como Bugs Bunny, Popeye, Pedro Picapierdra y Maxwell Smart de Superagente 86.
Se caracterizaba por improvisar algunas de sus líneas mientras grababa y, en el caso de Don Gato y su Pandilla, fue a quien se le ocurrió darle un acento yucateco a Cucho y una tierna e inocente voz a Benito Bodoque. El resultado fue algo totalmente opuesto a la versión original estadounidense, pero logró que el pequeño gato azul se ganara el cariño de la audiencia latinoamericana.
De esta forma, Rubén Arvizu y su selecto grupo de actores de doblaje lograron que cada personaje de Don Gato y su pandilla tuviera una personalidad identificable y que los televidentes tuvieran cierta cercanía con la caricatura.
El gran éxito que generó esta participación en la serie animada provocó que (en gran parte fuera de Estados Unidos), en los años posteriores se estrenaran tres películas: Don Gato y su pandilla en Beverly Hills (1988), Don Gato y su pandilla (2011) y Don Gato: el inicio de la pandilla (2015), una precuela de la caricatura que muestra cómo se conoció el grupo de gatos.
La segunda película contó con la voz de Jorge Arvizu para los mismos personajes que interpretó en la serie; no obstante, la reconocida figura del doblaje falleció en 2014, por lo que la voz de Cucho y Benito Bodoque tuvo que ser reemplazada en el filme de 2015. Dicha cinta fue dedicada a su memoria.
Aunque sin duda es una pena que la serie animada no fuese valorada en su país natal y de que su animación no sobresaliera ante su competencia —como las producciones de Disney o Warner—, el carisma de los personajes de Don Gato y su pandilla en español fue más fuerte e hizo que este dibujo animado se ganara un lugar en el rincón de las series más queridas de Latinoamérica.
Lo que sí es una realidad es que, siempre habrá fracasos y éxitos que contar en la industria, por ambas cosas serán recordados, pero también halagados.
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