ACTIVISION BLIZZARD: ESTRATEGIAS DE NEGOCIO 3

CONOCE LAS ESTRATEGIAS DE NEGOCIO DE ACTIVISION BLIZZARD 3

 

DURANTE EL AÑO 2022 LA COMPRA DE ACTIVISION BLIZZARD LLEGÓ A CONSIDERARSE COMO «EN PAUSA», DEBIDO A QUE LA FTC DECIDIERA DEMANDAR A MICROSOFT POR UNA SUPUESTA «PRÁCTICA MONOPOLÍSTICA». PODRÍA DECIRSE QUE DESDE ENTONCES, EL ORGANISMO AMERICANO HA SIDO REFUTADO POR LA UNIÓN EUROPEA Y POR LAS PROPIAS COMPAÑÍAS RELACIONADAS CON LA ADQUISICIÓN.

Durante este momento, Douglas Melamed, experto en las prácticas antimonopolio, comentó en una entrevista con Straight Arrow News (a través de WindowsCentral), que estaba realmente escéptico por la estrategia de la FTC en la compra de Activision Blizzard, para así tratar de bloquear la adquisición por parte de Microsoft. Tal es el punto, que Melamed calificó la decisión de Lina Khan, jefa de la FTC, como una «locura».

Experto antimonopolio calificó la estrategia de la FTC en la compra de Activision Blizzard como una locura.

 

Como comentábamos anteriormente, Melamed habla desde la experiencia en este tipo de cuestiones, pues sirvió como Fiscal General Adjunto Principal en el caso antimonopolio presentado contra la propia Microsoft en los años 90, el cual fue parcialmente anulado. Esta posición lo coloca como «la voz de la experiencia» en el tema, es por ello que aseguró que «eso es un poco loco», hablando sobre el hecho de presentar demandas antimonopolio incluso cuando no hay una gran cantidad de pruebas que fundamenten la decisión.

«Creo que si pierdes casos, la inferencia más probable que el Congreso va a sacar es que presentaste casos malos, o que no sabes como litigarlos», dijo el experto en ese momento.

En este sentido, el experto parece señalar que un organismo de tal envergadura e importancia no puede permitirse caer en esta pérdida de prestigio, si finalmente se indica que no había pruebas suficientes para presentar una demanda.

Por ahora, desconocemos cuál será la decisión que tome la justicia en territorio americano, pero lo que parece claro es que la estrategia de la FTC en la compra de Activision Blizzard tiene algunas fisuras difíciles de remediar. Además, también es importante señalar que la decisión de la CMA de la UE tendrá lugar a principios de año, momento en el que sabemos cual será el devenir de la transacción.

Microsoft y Activision: Las claves de la mayor compra en la historia de los videojuegos.

 

No es un secreto para nadie que, en los últimos años, el mundo del videojuego ha sido el escenario de algunas de las operaciones de compra más cuantiosas que ha vivido esta industria en su medio siglo de existencia. De hecho, comenzando el año 2022, para ser más específicos, la noticia de que la editora Take-Two se hacía con la compañía de juegos para móvil Zynga por 12.700 millones de dólares marcó un nuevo hito.

Incluso, lo que nadie esperaba es que este récord iba a durar solamente una semana. El anuncio, ayer, de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, a cambio de 68.700 millones de dólares, ha hecho volar por los aires todos los esquemas por los que se regía el sector del ocio electrónico.

El acuerdo va mucho más allá de que Microsoft se haya hecho con los derechos de un puñado de juegos de éxito –por llamar de alguna manera a franquicias como Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush– o de que añada algunos usuarios a su cartera de servicios –como si 400 millones de usuarios fueran pocos–; es una compra claramente estratégica, que ofrece interesantes pistas acerca del futuro del videojuego y del entretenimiento en general.

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Ya en este punto se podría decir incluso que Microsoft ha adquirido los derechos de algunas de las franquicias de videojuego más importantes de los últimos años. Además de los citados Call of Duty, World of Warcraft y Candy Crush, el acuerdo incluye licencias tan importantes como Crash Bandicoot, Diablo, Overwatch o Bubble Witch, entre muchas otras, y por eso era tan importante en ahondar en algunos de esos juegos. Con esta compra, el gigante de la informática podrá enriquecer todavía más el catálogo de juegos disponibles en su popular servicio Game Pass, el cual ya cuenta con 25 millones de usuarios suscritos.

En definitiva, la compañía liderada por Satya Nadella será la propietaria de más juegos y, claro está, también de los estudios que los desarrollan. Al fin y al cabo, Activision Blizzard ya era de por sí un gran conglomerado de compañías, por lo que con su compra por parte de Microsoft se amplía todavía más el número de empresas de desarrollo que están bajo el paraguas de esta última.

Finalmente, los propios estudios de Activision, Blizzard y King, en esta operación, hay que sumar equipos tan reputados como Infinity Ward (Call of Duty) o Digital Legends, el veterano estudio barcelonés que fue adquirido a finales del año pasado.

¿Y Xbox, qué? Para Microsoft, no es la prioridad

En este punto todavía no hemos ahondado sobre Xbox porque, la verdad, para la compañía no es una prioridad. Sobre el papel, este acaparamiento de juegos y estudios –la compra de Bethesda por 7.500 millones ahora parece una broma– sería la estrategia perfecta para incrementar las ventas de su consola Xbox, pero lo cierto es que los planes de Microsoft van mucho más allá de eso.

De hecho, ya hace bastante tiempo que los de Redmond vienen advirtiendo que no es necesario disponer de su consola para disfrutar de sus juegos. Desde que el actual jefe de la división de videojuegos de Microsoft, Phil Spencer, tomó las riendas en 2017, ha dejado claro en más de una ocasión que el objetivo de la compañía no era tanto vender su propio hardware de videojuegos, sino conseguir fidelizar a los usuarios a los servicios asociados a los juegos.

Acuerdos que van mucho más allá de la compra de ‘Call of Duty’ y ‘Candy Crush’

Como dijimos al comienzo de este enunciado, el acuerdo va mucho más allá de que Microsoft se haya hecho con los derechos de un puñado de juegos de éxito –por llamar de alguna manera a franquicias como Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush– o de que añada algunos usuarios a su cartera de servicios –como si 400 millones de usuarios fueran pocos–; es una compra claramente estratégica, que ofrece interesantes pistas acerca del futuro del videojuego y del entretenimiento en general.

 

Call of Duty: Vanguard tendrá una integración completa con Warzone

‘Call of Duty: Vanguard’ es la última entrega de esta popular franquicia 

 

Una realidad que tampoco podemos deja rpor fuera es que a Microsoft le interesa más captar al público de ‘Candy Crush’ que a los jugadores de ‘Call of Duty’. Los casi 400 millones de usuarios activos al mes que se calcula que acumulan los juegos de Activision Blizzard pasan a ser usuarios de los servicios de Microsoft y potenciales suscriptores de Game Pass.

Esto puede significar un repunte importante en un momento en el que se sospecha que Sony podría estar a punto de presentar su propia alternativa al servicio de juegos a la carta de Microsoft.

Sin embargo, todo este negocio muy lucrativo no queda aquí, es un crecimiento que va más allá del número frío de usuarios, ya que la mayoría de ellos corresponden a los títulos para móvil de King (Candy Crush), un tipo de jugador al que Microsoft todavía no acababa de llegar con los títulos que tenía hasta ahora.

 

Lo primero que debería hacer Microsoft: acabar con la cultura tóxica en Activision Blizzard.

Cuando apenas habían pasado tan solo dos semanas desde que había comenzado el año 2022, el anuncio sobre la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft acabó siendo la noticia del año en la industria del videojuego, y es que sin duda este gigante se llevaría el premio «más grande»_ suscriptores de cientos de juegos famosos.

Esta noticia representó un movimiento sorpresa que dejó, de hecho, al sector patas arriba y planteó muchas lecturas. Ahora bien, sea cual sea la estrategia que Microsoft acabe tomando, de lo que no hay duda es de que antes de nada la división dirigida por Phil Spencer debería acabar de una vez por todas con la cultura tóxica que se ha reportado en Activision Blizzard.

Algo de lo que sin duda no podrá escapar, por ejemplo, es que a mediados del año 2021, la empresa dirigida por su todavía CEO, Bobby Kotick, fue acusada de no actuar frente a numerosos casos de acoso sexual y discriminación hacia sus empleadas, algo por lo que está siendo investigada después de que el Departamento de Igualdad en el Empleo y la Vivienda de California presentara una demanda.

No cabe la menor duda de que, más allá de las apuestas de futuro, esa será la verdadera prioridad de Microsoft cuando la compra se oficialice en junio de 2023, recordemos que este gigante ofreció 68,7 mil millones de dólares el pasado 18 de enero de 2022, con la única intención de formar parte de Xbox Game Studios, y sin ninguna duda, ser el más fuerte de la industria.

Actualmente, en pleno 2023, aún crecen las expectativas tras la fecha para concretarse una de las adquisiciones más poderosas de los últimos años, y la que también podría darle un giro a como conocíamos a Activision Blizzard.

 

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