Para muchos expertos, el secreto en lo jugable de The Secret of Monkey Island, es que aportaba lo justo. O m\u00e1s bien, retiene lo aprendido en los t\u00edtulos que anteriormente hab\u00edan usado el sistema de juego SCUMM de LucasArts como Maniac Mansion o Indiana Jones and the Last Crusade. Pero su atm\u00f3sfera y su tono eran completamente diferentes. De partida porque, desde el primer minuto, uno se da cuenta que esta historia de piratas no se toma en serio a s\u00ed misma.<\/strong><\/p>\n<\/blockquote>\n

No es que no hubiera otras aventuras gr\u00e1ficas centradas en el humor a costa de patear y humillar a su protagonista. Ah\u00ed tenemos el referido Maniac Mansion o la saga de Leisure Suit Larry, dos ejemplos de travesuras en las que los personajes principales pasan m\u00e1s tiempo recibiendo palos que avanzando.<\/p>\n

Sin embargo, The Secret of Monkey Island consegu\u00eda trascender la propia pantalla en muchos aspectos gracias su magistral dise\u00f1o y un guion perpetrado por tres leyendas: el referido Ron Gilbert, el inigualable Tim Schafer y la persona que termin\u00f3 de cimentar aquella locura: Dave Grossman. Lo que brotaba de aquellas brillantes mentes es historia del videojuego.<\/p>\n

El a\u00f1o en que los piratas volvieron a la c\u00faspide del entretenimiento.<\/p>\n

Ron Gilbert llevaba d\u00e1ndole vueltas a la idea de hacer una aventura sobre piratas durante mucho tiempo. Lo divertido es que la mayor inspiraci\u00f3n de Gilbert fueron los Piratas del Caribe de Disney. No los de las pel\u00edculas, claro, sino los de las atracciones de los parques tem\u00e1ticos. Motivo por el cual la pel\u00edcula (tambi\u00e9n basada en la atracci\u00f3n) tiene muchos puntos en com\u00fan con la saga Monkey island.<\/p>\n

As\u00ed, su nuevo proyecto ser\u00eda un singular viaje en el que el jugador se hace c\u00f3mplice de Gilbert, Schafer y Grossman a la hora de poner patas arriba su particular visi\u00f3n del Caribe mientras descubre ex\u00f3ticas islas en las que los piratas no son rudos y malolientes, sino gente un poco chalada que tambi\u00e9n son \u201camantes de la diversi\u00f3n\u201d.<\/p>\n

Pero sobre todo, un mundo con sus propias reglas, poblado por personajes pintorescos capaces de incentivar nuestra imaginaci\u00f3n y curiosidad. Una parodia de ese rinconcito de Disneyland y que a la vez ofrec\u00eda al jugador una especie de parque de atracciones en clave de videojuego donde las estrellas no son ratones, patos y princesas, sino piratas, fantasmas y hasta un mono de tres cabezas.<\/p>\n

Llevaba tiempo queriendo hacer un juego de piratas. De hecho, uno de mis paseos favoritos en Disneyland es Piratas del Caribe. Te subes a un peque\u00f1o bote y te lleva a trav\u00e9s de una aventura pirata, culminando en una acalorada lucha de ca\u00f1ones entre dos grandes barcos piratas.<\/p>\n

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El barco en el que vas te mantiene en movimiento a trav\u00e9s de la aventura, pero siempre he deseado poder bajar y pasear, aprender m\u00e1s sobre los personajes y encontrar una forma de llegar hasta esos barcos piratas. Con The Secret of Monkey Island, quer\u00eda crear un juego que ofreciera esas sensaciones, en el que pudieras bajar del bote y transportarte a ese fascinante mundo.<\/strong><\/p>\n<\/blockquote>\n

Siendo justos, aquella no ser\u00eda la \u00fanica gran influencia a la hora de crear su particular Caribe pixelado. La novela de fantas\u00eda En costas extra\u00f1as de Tim Powers ser\u00eda tambi\u00e9n una inagotable fuente de ideas a la hora de plasmar su proyecto, incluyendo los ritos de vud\u00fa, uno de los elementos constantes de cada entrega de Monkey Island.<\/p>\n

As\u00ed, tras publicar la adaptaci\u00f3n de Indiana Jones y la \u00daltima Cruzada, Gilbert se asoci\u00f3 con escritores tan diferentes como Schafer, Grossman y un grupo muy reducido pero enormemente talentoso. Y se complementan de maravilla: Shaffer daba ese necesario toque exagerado que acaba marcando los ritmos, mientras que Grossman era sutil, pero brillante.<\/p>\n

Entre los tres, daban forma y car\u00e1cter a los grandes momentos del juego, regode\u00e1ndose especialmente en los que acabar\u00edan siendo sus puntos fuertes, como aquellos duelos de insultos inspirados en las pel\u00edculas de Errol Flynn.<\/p>\n

Invitando a que el jugador no se limitase a jugar y resolver cada situaci\u00f3n hasta el siguiente paso, sino que se dejara arrastrar y lo pasara bien. Lo cual no quita que\u00a0 pusieran chistes internos y hasta se permitieron parodiarse a s\u00ed mismos durante el juego.<\/p>\n

Por otro lado, uno de los m\u00e1ximos aciertos de The Secret of Monkey Island era que su protagonista, (o m\u00e1s bien, el jugador) no pod\u00eda morir o ser eliminado.<\/p>\n

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Hab\u00eda una excepci\u00f3n, claro, en forma de Huevo de Pascua. Pero no dejaba de ser una declaraci\u00f3n de intenciones por parte de Gilbert frente a los t\u00edtulos de Sierra, m\u00e1xima rival de LucasArts durante la \u00e9poca, en la que el jugador perd\u00eda cada vez que daba un mal paso en su progreso. Gilbert consideraba que hacer eso era ir a lo f\u00e1cil.<\/strong><\/p>\n<\/blockquote>\n

Con eso por delante, el punto de inicio de Monkey Island es simple en presentaci\u00f3n pero enorme en ambici\u00f3n: un joven llega a una isla con el prop\u00f3sito de cumplir el sue\u00f1o de su vida. No sabemos de d\u00f3nde ha salido, ni tampoco nos importa. Pero est\u00e1 completamente decidido a convertirse en un pirata.<\/p>\n

Lo que Guybrush, nuestro h\u00e9roe, no sospecha es la delirante cadena de acontecimientos que vendr\u00e1 despu\u00e9s.<\/p>\n

Elementos \u00fanicos que dej\u00f3 The Secret of Monkey Island.<\/strong><\/h3>\n

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• Un recibimiento poco heroico: <\/strong>Gyubrush aparece en la Isla M\u00eal\u00e9e, en lo profundo del Caribe, con la intenci\u00f3n de ser un pirata, colmado de ilusiones y sin nada m\u00e1s de contexto. Es m\u00e1s, le dar\u00e1 un buen susto al vig\u00eda, el cual -por cierto- tiene problemas de la vista. A partir de ese momento, nuestro protagonista ir\u00e1 cuesta abajo en todos los sentidos.<\/li>\n
• Los di\u00e1logos de textos en el juego: <\/strong>En toda aventura gr\u00e1fica se aprovechan las notas, carteles y cualquier trozo de papel para dar pistas al jugador y ponerlo en contexto. En LucasArts, adem\u00e1s, aprovecharon para darle a cada texto un toque de humor.<\/li>\n
• El nombre m\u00e1s particular del caribe: <\/strong>Hay que reconocer que el nombre del protagonista de Monkey Island es realmente singular. Y, seg\u00fan los habitantes de Isla M\u00eal\u00e9e, tambi\u00e9n es bastante est\u00fapido. O eso dicen cada vez que Guybrush les insiste en que lo pronuncian bien. A lo largo del juego Guybrush ser\u00e1 cada vez m\u00e1s consciente de que su apellido no solo es dif\u00edcil de recordar: tambi\u00e9n es complicado de Incluso para los videntes m\u00e1s poderosos. Otros directamente lo llaman de cualquier modo y se ahorran el tr\u00e1mite.<\/li>\n
• Predicciones surrealistas que se acaban cumpliendo:<\/strong> Al principio del juego no solo nos toparemos con una Se\u00f1ora del Vud\u00fa que nos adelantar\u00e1 todos los acontecimientos venideros, sino que nos adelantar\u00e1 algunos detalles de nuestra partida. LucasArts se adelant\u00f3 ocho a\u00f1os al ic\u00f3nico momento Psycho Mantis de Metal Gear Solid.<\/li>\n
• Una historia de amor:<\/strong> Guybrush no solo recibe clases de esgrima, tambi\u00e9n aprende el secreto para vencer a los mejores: el arte de las batallas de insultos. A fin de cuentas, la mente ha de ser dos veces m\u00e1s r\u00e1pida que la espada. Seg\u00fan palabras de su maestro, la lucha con espada se parece a hacer el amor: No es siempre lo que hagas, sino lo que digas. Lo cual deriva en una sucesi\u00f3n de delirantes combates de insultos. Una vez conocida la teor\u00eda, deberemos pasar a la pr\u00e1ctica y batirnos \u00aben duelo\u00bb con todos los piratas que circulan por Isla M\u00eal\u00e9e, regalando en el proceso al jugador,\u00a0 algunos de los di\u00e1logos m\u00e1s disparatados de la historia del videojuego.<\/li>\n
• Una nueva b\u00fasqueda de un tesoro: <\/strong>En Isla M\u00eal\u00e9e hay un tesoro. Es decir, un solo tesoro a compartir entre todos los habitantes de la isla. De modo que, al encontrar la X dispuesta en el suelo, lo \u00fanico que sacaremos de esta proeza ser\u00e1 una camiseta conmemorativa y la petici\u00f3n de que lo dejemos todo como lo encontramos.<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

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