CONOCE LA REVISRA ESPAÑOLA DE INFORMÁTICA ZX.
ZX ES UNA REVISTA ESPAÑOLA DE INFORMÁTICA DEDICADA AL ORDENADOR SINCLAIR ZX SPECTRUM, ASÍ COMO A SUS PRIMEROS NÚMEROS SINCLAIR ZX81. SU PRIMERA PUBLICACIÓN SE UBICA EN 1983 HASTA MAYO DE 1987 POR LAS EDICIONES Y SUSCRIPCIONES S.A. Y POR ED. PUBLINFORMÁTICA.
En la actualidad se conoce que de ella se publicaron solo 41 ejemplares, más un número Extra aparecido en 1986. En los primeros números, como muchas revistas del sector, era habitual encontrar programas BASIC muy sencillos (casi siempre minijuegos o trucos) para copiar en el ordenador. Llegaron a distribuir cursos para aprender BASIC, lenguaje ensamblador y Forth, entre otros.
HISTORIA DE «ZX».
«ZX» era una publicación de Ediciones y Suscripciones, S.A., como habíamos mencionado, con sede en Madrid y cuyo primer número apareció un mes de octubre de 1983 al precio inicial de 200 pesetas (unos 1,20 euros), coincidiendo en esas fechas con la presentación de la unidad de Microdrive en España para los ordenadores Sinclair, objeto de estudio en esta primera entrega.
Un dato curioso sobre el primer número es que, por varios motivos, se tuvo que reeditar hasta dos veces, tanto por la gran demanda que había como por la corrección de algunos errores, entre ellos la maquetación de algunos listados en BASIC, un apartado que durante muchos meses ocuparía la mayor parte de la revista. Su periodicidad fue bimensual durante solo los dos primeros números para pasar a ser mensual a partir del tercero, manteniendo esta regularidad casi constantemente.
En cuanto a su presencia en los quioscos se mantuvo casi invariable hasta el mes de mayo de 1987, cuando se publicaba entonces el que sería el último número de la serie, el 41. Sin ningún mensaje de despedida o editorial dando por cerrado su ciclo, el fin de ZX dejó disgustados a muchos de sus más fieles lectores, dejando en el aire muchas preguntas.
Entre las preguntas que aún resuenan se encuentran: ¿Qué había de cierto sobre la publicación de un número extra, tal como anunciaban en algunos números durante el año 1986 en sus páginas? Algo hay de cierto en ello, si bien es verdad que hasta la fecha no se ha llegado a ver ejemplar alguno, ya sea en algún otro medio digital o preservado de alguna forma (ya sea como imágenes JPEG o PNG o grabado en formato PDF).
No obstante, tengo constancia de su existencia gracias a José Manuel (El Trastero del Spectrum) y dando por hecho de que el contenido de ese número en particular está conformado por reediciones de artículos previamente publicados en otros ejemplares de ZX.
LA REVISTA, POR FUERA Y POR DENTRO.
En cuanto a la calidad de sus contenidos, la verdad es que era bastante variable y muy mejorable, en ocasiones era de menos a más, pero si de algo adolecía era del tipo de papel empleado en sus primeras apariciones en los quioscos, de aspecto rugoso y fácil de amarillear con el paso del tiempo.
Mejorará un poco más a partir del cuarto número con un papel más satinado y adecuado para una publicación de su tiempo. La principal nota característica es que, mayormente, se publicaba todo en blanco y negro, dejando algunos trazos de color para marcar las secciones. Poco a poco, iban insertando publicidad y promociones en color hasta que por fin se consiguió introducir el colorido en prácticamente todas las páginas.
Podría decirse que lo que más llamaba la atención era la gran cantidad de programas publicados, casi siempre traducidos de libros o revistas inglesas. Los listados escritos en BASIC aparecidos en los primeros números de “ZX” iban destinados tanto a los usuarios del ZX-81 como del ZX Spectrum y se maquetaban de una forma bastante elemental, pero adecuada al fin y al cabo para la sola pretensión de hacernos llegar programas variopintos, desde los más sencillos que solo caben en dos o tres líneas hasta otros más largos y complejos.
En relación a la calidad de dichos programas, la gran mayoría dejaban bastante que desear o tenían errores de bulto, luego corregidos en números posteriores. Algunos eran tan cortos que, visto el resultado posterior tras su ejecución en nuestros ordenadores, no merecían la pena. Desde luego, eran bastante mejorables. Otros, sin embargo, eran más notorios y vistosos, aunque estos no empezaríamos a verlos hasta varios números después.
Pese a ello, la pretensión de sus autores era que todos los lectores, los que se podían considerar algo neófitos en la programación en BASIC, aprendieran un poco con las instrucciones usadas en cada programa, aplicándolos a sus propias necesidades.
No fue sino hasta el tercer número, cuando se comenzó a ver en sus páginas programas remitidos por sus lectores. Ocasionalmente, el problema de esta sección era que muchos otros lectores se quejaban de que había demasiados programas de juegos y muy pocas utilidades o aplicaciones serias, como agendas, gestores de contabilidad y cosas por el estilo.
Sin embargo, no todos comprendían esta queja. ZX de alguna forma trataba de contentar a todos cambiando la orientación de los programas publicados de un número a otro, y así sucesivamente durante el tiempo que la revista ha permanecido activa. Lo curioso es que de haber muchas páginas dedicadas a listados de programas varios al principio, acabara sus días sin apenas espacio a ellos, reduciéndose considerablemente su número hacia una discreta presencia de los mismos en los últimos ejemplares.
La verdad es que, ZX no se especializaba solamente en el ZX Spectrum de 16k y 48k, sino además en su antecesor ZX-81. De esta manera, todos los usuarios de este modelo de Sinclair veían en la revista ZX como una tabla de salvación, ante la falta de publicaciones dirigidas a este sistema a nivel nacional, si descartamos las revistas importadas desde el extranjero.
Hasta los programas para este ordenador tenían su hueco, sencillos y básicos en su mayoría. Lógicamente, la alegría para sus usuarios no iba a durar demasiado, aunque eso disgustara. No obstante, la aportación de material sobre el ZX-81 nunca había languidecido, ni aún cuando se dejó de vender en el mercado, frente al empuje del Spectrum. Pero aún así, cada vez se le prestaba menos atención, cediendo todo el protagonismo de la revista al ZX Spectrum.
Con respecto a otros contenidos, no se puede decir más allá de que eran bastante apetecibles, mejorables incluso, pero muy entretenidos, sobre todo los artículos de programación en código máquina, el BASIC para principiantes, el curso de Forth, cómo realizar juegos de aventuras y de marcianos, entre otros, sin olvidarnos de los curiosos y divertidos cómics y chistes visuales del ilustrador José Carlos Tomás (creador también del personaje Gusánez en Todospectrum), así como personajes como Don Espec y su hijo tan bruto como manazas, literalmente hablando.
Presentación a fondo.
La presentación de los sumarios o índices en cada uno de sus números, eran estructuralmente malos, pero iban mejorando poco a poco, aunque no es como para tirar cohetes. Luego estaba la calidad de las fotografías, algunas veces parecían hechas con cámaras muy viejas; otras medianamente presentables… En fin, había un poco de todo. Pero, lo que sí se debe decir, es que todo estaba hecho con toda la buena intención del mundo y con la profesionalidad que se merece.
Otro de los detalles que más ha llamado la atención sobre “ZX” es relativo al apartado de comentarios de juegos. No empiezan a analizar los programas del mercado hasta el número tres, a partir del cual se comentan entre dos, tres y hasta cuatro programas comerciales de entre las novedades del momento, siendo sus valoraciones hechas con sencillez, perfectamente entendibles, tratando de ser imparciales.
Al salirse en el número 13 con un informe especial sobre los mismos programas que fueron comercializados en España hasta aquellas fechas. Más de cincuenta páginas dedicadas a comentar brevemente cientos de programas comerciales de todo tipo, incluso algún que otro juego que desconocía en esos años.
Así es que, en cuanto a de qué forma valoraban los programas analizados, variaba bastante con el evolucionar de la revista según el criterio de los redactores.
Hardware.
En relación al apartado de hardware, era también tratado como un contenido regular de la revista: como en Microhobby, los encargados en este tema publicaban con alguna frecuencia montajes electrónicos aplicados a los ordenadores de Sinclair, como periféricos o interfaces de todo tipo. Muchos de los diseños propuestos eran imaginativos. En realidad, en este punto, no se podía asegurar que realmente funcionaban, como por ejemplo dotar al Spectrum de una memoria externa de hasta 96 K.
En definitiva, la recordada revista ZX con una periodicidad prácticamente mensual, desde octubre de 1983 hasta bien entrados 1987, un total de 41 ejemplares y una regularidad ejemplar, no es que fuese una mala revista, pero tampoco se puede decir que haya sido de las mejores, por varios motivos.
Ahora también es necesario decir que esta crítica se ejecuta con el debido respeto de quienes sin duda han marcado un antes y después importante en la historia de este sector. No solo merece un hueco en nuestra memoria colectiva, sino que orienta a todos los españoles aficionados y a los lectores del mundo a especializarse para mejorar lo que, con esfuerzo, han cultivado muchos amantes de la industria.
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