Asesoramos a los players de la industria del videojuego en los distintos aspectos de su contexto jurídico. Ponemos a tu disposición la especialización, experiencia y profesionalidad de nuestro equipo en este ámbito.
En el área de Derecho de los Videojuegos de nuestra firma, resolvemos los complejos y específicos retos legales que rodean a la actividad de quienes participan en este apasionante mercado.
Dentro del sector de la cultura y del entretenimiento, la industria de los videojuegos supera ya, en términos económicos, a otras como el cine o la música, tanto en España como en el mundo.
Su crecimiento es imparable y está llamada a jugar un papel principal en la economía y en nuestra sociedad.
Por sus propias características, la industria del videojuego se enfrenta a una serie de retos muy específicos. Entre ellos: el contexto jurídico de esta actividad.
Es por eso que, cada vez más, los players de esta industria buscan el asesoramiento de profesionales altamente especializados, por supuesto, en las materias a tratar, pero, especialmente, con profundos conocimientos de las particularidades de este mercado. Esto es, especialistas en Derecho de los Videojuegos.
El ecosistema de los videojuegos, además, debe ser entendido en sentido amplio. Ahora ya no se limita, como hasta hace unos años, a consolas y PC, por ejemplo. A ello hay que sumar el auge de los smartphones, las apps, los juegos web, la importancia de los serious games…
Aunque no sería posible nombrar a todos aquellos que intervienen en esta industria, sí es destacable la escasez de editores locales que impulsen el lanzamiento de las PI en nuestro país. Ello obliga a recurrir a la autopublicación debido, también, a la ausencia de ayuda por parte de publishers extranjeros.
Sin embargo, a pesar de esta amplitud, la mayoría de las empresas (en España) son micropymes y autónomos, escaseando los players de medio y gran tamaño.
Eso, sumado a las especialidades de la industria (como, por ejemplo, el tiempo medio de desarrollo, los gastos y la tributación sin ingresos…) plantea serios problemas.
Estas empresas, dado su tamaño y actividad, encuentran grandes dificultades en aspectos como el acceso a financiación, la estructura de su capital, la falta de inversores, la nula puesta en valor de la PI como activo clave…
Todo ello a pesar del indudable valor de la industria española del videojuego.
Precisamente, el correcto asesoramiento en la gestión de los activos intangibles y, muy especialmente, de los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual, es uno de los retos principales de la industria y una de las mayores claves para el impulso de la misma.
En resumen: los players de la industria afrontan grandes dificultades en cuanto a su supervivencia.
Todo ello implica que, si se quiere consolidar e impulsar el sector, es necesario que los participantes de este mercado puedan acceder al asesoramiento de profesionales especializados en Derecho de los Videojuegos, desde el propio inicio de la actividad, hasta el final de su cadena de valor.
Videojuegos y tecnología son un binomio inseparable, lo que ha traído infinitos avances, pero también algunos de los desafíos más interesantes.
Por poner un ejemplo: los retos regulatorios. Se trata de una de las materias que más afectan a la industria. Videojuegos y tecnología siempre han evolucionado de la mano, pero regulación y tecnología, tradicionalmente, han tenido una relación a dos velocidades.
En la actualidad, los reguladores se están poniendo al día en materia de tecnología, Derecho, mercados digitales, consumidores, creadores de contenido en Internet…
Esto tiene dos consecuencias. Por un lado, hay que dar respuesta a los desafíos de futuro de esta industria con una regulación que aún no está actualizada. Por otro, que esa actualización que está en camino va a traer profundos cambios a los que los players tendrán que adelantarse para minimizar los riesgos.
Otro de los aspectos que ha favorecido la tecnología, ha sido el carácter global de la industria de los videojuegos. Un pequeño desarrollador indie en España puede comercializar sus creaciones en cualquier lugar del mundo gracias a las plataformas digitales e Internet.
Igual que ello permite el desarrollo y la expansión de la industria, también implica la intervención de muchos actores de diferente origen, así como la aplicación de una o varias legislaciones distintas.
Además, existen sistemas de autorregulación específicos que afectan a la industria, como los sistemas de clasificación por edades en los videojuegos (PEGI, en España), la autorregulación de la publicidad, los Códigos de Conducta…